3 franquiciatarios exitosos te dan la receta del triunfo

3 franquiciatarios exitosos te dan la receta del triunfo

Son los mejores de sus respectivas empresas franquiciantes, pero no siempre fue así. Conoce las lecciones y aprendizajes de estos tres emprendedores y aplícalas a tu franquicia para mejorar tu negocio.
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Carlos Tomasini
Periodista freelance
8 min de lectura
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

Tener una franquicia es menos romántico que lo que suele pensarse, porque pronto te das cuenta que no “se vende sola”, que requiere igual de trabajo que cualquier otro negocio o que el apoyo de la marca no funciona si no sigues sus reglas de operación.

Por eso, presentamos a tres emprendedores que operan desde hace algún tiempo con sus franquicias y que te comparten sus experiencias, aprendizajes, lecciones y buenas prácticas que puedes aplicar en tu negocio.

1. Toma riesgos medidos y no te despegues del negocio

Debido principalmente al clima, los churros suelen ser un producto netamente estacional en Monterrey , Nuevo León, ya que su consumo aumenta en aquellos meses del año en los que hace más frío. Pero Diana Patricia Espinosa Sánchez dijo “el que no arriesga, no gana” y se animó a adquirir una franquicia de Delichurros, a pesar de estar recién casada y arrastrar deudas de su boda y luna de miel.

Conoció la marca, con 30 años de historia, en Expo Franquicia en septiembre de 2017. “No teníamos planeado adquirir esta franquicia pero nos gustó mucho el producto por ser muy tradicional y por su buen sabor”, recuerda. Y acertó porque “a pesar del calor que hace acá, a la gente le gusta el churro para desayunar y para merendar, ¡les fascinan!”, asegura la emprendedora.

El producto ha funcionado tan bien que inclusive el matrimonio ha experimentado un crecimiento constante en las ventas de su negocio. Para mantenerlo saludable, Diana Patricia aprendió que lo más importante es permanecer siempre muy cerca de la operación. “Hay que estar bien pegados porque como dicen: ‘al ojo del amo engorda el caballo’”, recomienda.

También destaca que su éxito no ha sido “de puro churro”, sino que supo romper con la estacionalidad vendiendo otros productos como crepas, café, galletas, paninos y bebidas frías, lo que le ayuda a darle variedad a sus clientes y a que consuman en su negocio todo el año. “Los churros son un producto muy noble, y cuando le digo a los clientes que Delichurros tiene franquicias en México y otros países, les da más confianza”, relata.

Trabajar de la mano con la empresa franquiciante le ayudó a adentrarse en el negocio panificador, que era nuevo para ella, tomando en cuenta aspectos como como la ubicación idealo buenas prácticas a nivel operativo.

Otro de sus aprendizajes fue la importancia de promocionarse en redes sociales y de aliarse con servicios como Uber Eats, que también sirven como publicidad.

Por último, la emprendedora recomienda sumar a la familia al proyecto emprendedor. “A todos nos da miedo iniciar algo, no solamente un negocio, sino otras cosas como comprar un coche o una casa, pero con ese apoyo es más fácil”.

2. Cambia paradigmas propios y ajenos

Hoy el emprendimiento está en boca de todos… pero hace tres años, explicar y comercializar una franquicia que enseña a los niños las ventajas de emprender era complicado.

“No es un concepto que se venda fácilmente, porque no son clases de matemáticas, de regularización o de natación, sino que se trata de un cambio de paradigma y eso es lo que le tienes que decirle a los papás”, explica Gabriela García Albarrán, franquiciataria de Business Kids.

En esta franquicia se les enseñan a los niños habilidades como trabajo en equipo, liderazgo y finanzas, las cuales les ayudan en aspectos como la toma de decisiones, la expresión y hasta la autoestima. Fue esta combinación la que llamó la atención de Gabriela, ya que así podía combinar su experiencia de más de 20 años en el mundo de la mercadotecnia corporativa con su segunda profesión, la psicología.

Desde sus inicios como franquiciataria, aprendió que los clientes no llegan solos sino que es necesario promocionar la oferta de valor, especialmente cuando se trata de algo intangible como el servicio que ahora ella vende. Uno de sus primeros experimentos para darse a conocer fue anunciarse en revistas zonales pero la descartó pues si bien no era una opción mala, no era precisamente la correcta para su modelo.

Luego, empezó a dar clases muestra, a explicar el concepto a los padres y a presentarlo a las escuelas. Su primer curso de verano lo impartió principalmente a hijos de amigos, pero hoy, gracias a su labor de promoción y a los egresados de su Business Kids, ya tiene más clientes. Otro lugar importante de promoción fue la Expo Tu Escuela, donde asiste parte importante de su público objetivo.

“Todas estas cosas son los retos del franquiciatario; no es que vayas a vender de inmediato, sino que debes tomarte un tiempo de planeación”, recomienda. “Cuando estás en un negocio, a veces pasas por alto cosas muy obvias y te quieres ir por el pescado más grande, cuando hay oportunidades en el mercado que no estás viendo”.

Además Gabriela, que tiene 51 años, señala el tener que luchar contra paradigmas de la edad como otro de los retos. “Volverte emprendedora a una edad más avanzada no es sencillo, porque tienes que romper tus propios paradigmas y clichés como la juventud o las ideas tecnológicas”, reconoce.

Sin embargo, dice que la inquietud de explorar en el mercado de los niños o en el de la educación, son fuertes motivantes. Asimismo, ella aprendió que nunca se debe perder de vista el aspecto financiero y, sobre todo, tener planeación y estrategia.

Gabriela coincide en que es importante tener el apoyo de la familia. Ella lo tiene en su esposo, quien se dedica a las finanzas y también ha tenido experiencias de emprendimiento.

Para el futuro, prevé seguir operando su local al sur de Ciudad de México, además de llevar el concepto de Business Kids a las escuelas de la zona.

3. Administra bien tu tiempo

Juan León no cumple con la típica historia del emprendedor que dejó su empleo de oficina para arrancar su propio negocio. Él anda en sus 40 años, de los cuales lleva 20 trabajando. Pero no es un “godín” más, ya que combina su puesto ejecutivo con la administración de tres franquicias de Tintorerías Max, desde hace unos años.

Lo primero que tuvo que superar fue un mal común en los emprendedores: el temor. Juan confiesa que antes de iniciar con el primero de sus locales sintió cierto miedo por invertir su dinero, pero junto con su esposa y sus hijos (que, aunque todavía son pequeños también participaron en esta parte del proceso) analizaron las opciones que existían. A todos les atrajo el modelo de franquicias de esta tintorería al ser una empresa mexicana con varias décadas de presencia en el mercado. “Son tintoreros de toda la vida y eso nos dio la confianza de poner ahí nuestro patrimonio”, subraya.

Para Juan, emprender es un ejemplo para sus hijos, así que sabe que este esfuerzo servirá para que ellos tengan la misma visión emprendedora cuando sean grandes. “Tu familia se convierte en tu socia, por eso también debes aprender cómo manejarlo con ellos y a ser muy claro para definir quién es encargado de qué en el negocio”, apunta.

Por su situación profesional, él padece de otro mal que para muchos emprendedores resulta mortal: el tiempo. Y es que Juan tiene pocas horas libres, así que tiene que administrarse bien para visitar y supervisar el funcionamiento diario de sus negocios sin descuidar su empleo.

“En el modelo de franquicia vimos una oportunidad de no hacer todo el trabajo nosotros solos, porque tenemos el apoyo de la marca”, indica. Pero para que funcione esta fórmula, Juan recomienda seguir siempre al pie de la letra los consejos que dan los franquiciantes a través de sus manuales y capacitaciones. “Aunque digas ‘eso yo lo podría hacer mejor’, recalca.

Juan decidió emprender para cuidar su futuro y tener una mejor situación para los años que vienen. El esfuerzo valdrá la pena: “Siempre me ha gustado estar un paso adelante. Vamos a tener que dedicarle un tiempo a esto ahora, para poder tener más tiempo después”, medita.

Nota: https://www.entrepreneur.com/article/315284

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